Prueba Toyota GR Supra Manual: creado para disfrutar como antes
La firma nipona se alza como la salvadora de los manuales con una versión para el GR Supra con caja de cambios y 340 CV de potencia.
Hace poco más de un año tuve la oportunidad de vivir, y recordar, el porqué de mi pasión por la automoción. Fue durante la presentación del Toyota GR86 y el Toyota GR Supra Manual, dos unicornios que circulan con el único objetivo de mantener la llama de la conducción entre los más entusiastas. Tras más de dos horas al volante del GR86 nos tocó el turno del mítico deportivo que desapareció en 2002 y que, años más tarde, fue rescatado con el apoyo de BMW, así que el GR Supra comparte gran parte de su desarrollo con el Z4. Sin embargo, la idea de comercializarlo en versión de manual solo podía salir de las filas japonesas y ¡Qué gran idea!
Cuando hablas del Toyota GR Supra entre auténticos “petrolheads” es habitual que saquen a relucir su herencia germana, como si no fuera suficientemente japonés. Es cierto, y no vamos a negar, que la mano de BMW se nota en el refinamiento, electrónica y confort de un deportivo que pone las cosas demasiado fáciles. En este caso, y como es la variante manual, puedes recurrir a este mágico detalle para dejarlos sin argumentos, pero lo mejor es que lo conduzcan y entiendan sus motivos.
Acabado Limited
La unidad probada llegaba con el acabado Limited, que le concede el blanco perlado de la carrocería y el tono camel en la tapicería del interior. Estos dos cambios respecto al modelo de acceso, llamado Performance, cuestan 3.000 euros y solo son recomendables si el aspecto estético es importante en tu compra.
El tono consigue atraer todas las miradas y me parece imposible llegar a cansarte de él, algo que sí me pasaría con el azul del GR Supra Jarama Racetrack Edition. Además, y como buen BMW que es en su interior, el tono camel de los asientos de corte deportivo consiguen elevar su calidad percibida al instante. Reducen su espíritu, sí, pero luce en consonancia a la tecnología expuesta en un salpicadero auténticamente germano.
Excepto por la palanca corta, redonda y de recorrido duro que se encuentra en la consola central y que es, sin duda, el motivo para hablar de este Toyota GR Supra Manual como un ‘rara avis’. Una denominación que no tiene mucho que ver con su magnífico bloque, que es el seis cilindros 3.0 biturbo de 340 CV con propulsión al eje trasero.
La importancia del cambio manual
Como he comentado, es un motor sensacional, pero con la caja convencional de seis velocidades alcanza un eslabón superior para los puristas. El resultado es la unión de dos mundos ‘casi’ perfectos, con un bloque biturbo que concede su mejor rendimiento entre pasadas las 3.000 rpm y firma un 0 a 100 km/h en 4,6 segundos, que no es digno de una “drag race” pero dejará impresionada a tu familia.
Pero lo que realmente gustará si tienes un entorno de apasionados es, repito de nuevo, el cambio manual. Este sistema del pasado (para muchos) parece ser la manera que tiene Toyota de hacer las paces con ese nicho de mercado que se siente olvidado, especialmente desde que su tecnología híbrida aterrizó en el mundo para poner la eficiencia y la reducción de emisiones en el centro del desarrollo tecnológico.
Una compensación que también llevan a cabo con el GR Yaris y el nombrado GR86. Además, y para que no queden dudas sobre la propiedad intelectual de esta versión, le han concedido un toque más japonés que al propio motor, con recorridos muy cortos y de dureza considerable. Eso sí, con función “rev-matching” para que las bajadas sean como cuando realizas un punta-tacón.
Un toque asiático que también se siente en la posición de conducción, extremadamente baja y con una transmisión ideal de lo que sucede bajo tu trasero. La puesta a punto del chasis, suspensiones y su rigidez hacen al GR Supra Manual una máquina de sensaciones, notando incluso cualquier grieta en la carretera. Eso sí, pese a ser trasera, sus reacciones son nobles y predecibles, algo que puede no gustar a ese porcentaje de población sediento de coches difíciles de conducir.
El GR Supra no es peleón, excepto si quitamos los controles y activamos el modo Sport, ajustado para que la respuesta del acelerador, la dureza de la suspensión y el sonido del motor sean distintos. Es entonces cuando puedes alcanzar un paso por curva que llega a poner en aprietos su zaga, algo vaga para mi gusto y con unas inercias a las que deberás acostumbrarte. Por suerte, el sistema de frenos con disco ventilado de 348 mm delante y 345 mm detrás es efectivo, siempre y cuando no estemos horas exigiendo de él.
Un juguete para adultos
La compra de un Toyota GR Supra Manual Limited parte de los 76.050 euros en el configurador de la firma. ¿Demasiado? Puede. ¿Justo? Teniendo en cuenta el aumento del mercado y las sensaciones que otorga... ¿Pondrías precio a la felicidad? Ni siquiera es un coche más rápido que la versión con caja de cambios automática, pero su compra no es algo racional.
Hacerse con un GR Supra, y manual, es una decisión que solo pensaría si puedo pagar un poco más para dar el salto a rivales como el Cayman GT4 (manual) o busco algo más juguetón como el Alpine A110S (automático). Por si te lo habías preguntado, terminé la prueba con un consumo por debajo de los 8,5 l/100 km. ¡Nada mal!