La segunda generación del SUV checo luce un diseño más sobrio y estrena la propulsión híbrida enchufable con hasta 100 kilómetros de autonomía eléctrica.
La firma checa adelanta parte de las novedades de los nuevos Skoda Superb y Kodiaq, que mantendrán los controles físicos en un puesto de conducción rediseñado.
La unidad que hemos probado en NeoMotor está equipada con un motor diésel de 150 cv acoplado a un cambio automático DSG, tracción a las cuatro ruedas y con la posibilidad de incorporar hasta siete ocupantes